viernes, 27 de abril de 2012

Diez ganando un paso. La responsabilidad

En la caseta, un aficionado, de los que me discutían con la vena como una hueva de choco que si Juli que si Tomás, a las cinco, con un gintonic y ya reposado, me da su entrada y me dice "convida a alguien, el cartel de hoy no me ineteresa" ¿Tienen los aficionados responsabilidad? Segunda fila de tendido al lado de un pasillo es de irresponsable y de mal aficionado, pero de buen amigo. Gracias

Nos entrega gobernación el orden de lidia de la corrida y se adivierte que "El segundo de los toros de Moises Fraile se lidia bajo responsabilidad del ganadero". Supongo que el resto del encierro también. El colorao era abrochaito de pitones, cómodo de cara y corto de astas.

La responsabilidad de elegir el ganado en el campo es de los veedores de la empresa, no parece que el presente año se hayan lucido. ¿Alguien exigirá responsabilidades? ¿Se depuraran?

Los caballeros maestrantes deben pedir responsabilidades a quien haya provocado que un viernes de farolillos la plaza registrase unos generosos tres cuartos.

Una vieja leyenda negra atribuye a "El Cid" una elevada fortuna en los sorteos. Hace tiempo que cambiaron las tornas y no le embiste un toro en condiciones en Sevilla ¿Habrá algún responsable? Lagarto, lagarto.

Daniel Luque pide guerra, quiere el taco, pretende ejercer de figura... pero ha pasado otra feria y poco que contar. No es la primera. Las figuras lo son por la servidumbre de la responsabilidad máxima todas las tardes.

David Mora supo remontar y tiró de responsabilidad para imponerse al quinto, un toro, el único con el hierro de "El Pilar", de mejores hechuras y nobleza exigente.

El resto de la corrida, responsabilidad del ganadero y del equipo presidencial, era del tipo del tordo, de cara chica y de cuerpo gordo (bueno más que nada altones), pero de muy poca cara.

Responsable "El Cid" en su papel de director de lidia (profesión en desuso), salió al quite a cuerpo limpio al madrileño, pendiente y efectivo.

Ramón Vila ya no es el titular pero su responsabilidad al juramento hipocrático, su querencia a los quirofanos y ese especial cariño por los toreros le hace estar siempre ahí. Tranquiliza.

Otra vez el viento (responsabilidad de Eolo) y la presencia novedosa del agua (responsabilidad  de miles de agricultores y ganaderos rezando por ella). Dicen que ya no nos dejará en los dos día que quedan de toros en el Monte del Baratillo.

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Haciendo hilo

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