sábado, 28 de mayo de 2011

EL JULI A HOMBROS EN CORDOBA

GANADERIA: Seis toros de La Quinta, desiguales de presentación conforme a su encaste. Su juego resultó en líneas generales deslucido. Desrazados, sosos y con poca fuerza. El mejor, con notable diferencia, el jugado en quinto lugar. Bravo y con transmisión que dejo en buen lugar el pabellón de su casa ganadera. Fue ovacionado en el arrastre al igual que el segundo. Los demás fueron pitados por el público.
TOREROS: FINITO DE CORDOBA (nazareno y oro). Estocada caída (ovación con saludos) y pinchazo hondo y estocada (ovación con saludos)
EL JULI (azul turquesa y oro). Estocada (oreja) y estocada (dos orejas).
MIGUEL ANGEL PERERA (carmesí y oro). Estocada que asoma por el costillar derecho (¿) y descabello (silencio) y estocada caída y dos descabellos (silencio)
INCIDENCIAS: Plaza de toros de Córdoba “Los Califas”. Quinto festejo del abono de la Feria en honor de Nuestra Señora de la Salud. Más de media entrada en tarde calurosa. Destacar la buena brega en el quinto de Álvaro Montes. El público antes de iniciarse el festejo obligó a saludar montera en mano desde el tercio a Finito de Córdoba al cumplirse el XX aniversario de su alternativa. El matador de toros cordobés invitó a sus compañeros a compartir la ovación. El Juli salió por la Puerta de Los Califas una vez concluido el festejo.

Después del golpe de autoridad de Manzanares la afición cordobesa aún se encontraba viviendo una gran resaca. Aún hoy muchos eran los que soñaban con el toreo aterciopelado del alicantino. Pero también seguía habiendo ganas de toros en Córdoba. No obstante otro de los gallos de pelea del escalafón, El Juli, comparecía en Los Califas. Otro de los grandes atractivos de la tarde era la presencia de los toros de “La Quinta”. Ganadería encastada en santacoloma que cría un toro que gusta a aquellos que defienden la diversidad de sangres bravas en la fiesta. Por ello la plaza registró una buena entrada. No hay que olvidar que con media entrada en Los Califas, unas 8000 personas, en otras plazas se pondría el cartel de no hay billetes.
La tarde sobre el papel apuntaba. Pero al final todo quedó en nada, bueno en casi nada, pues Julián López “El Juli” a base de profesionalidad y mucho oficio, salvó la tarde en dos faenas donde la técnica y honradez fueron sus principales avales.
Abrió plaza Finito de Córdoba que estuvo mucho más predispuesto que en otras ocasiones. Impecablemente vestido, trató por todos los medios buscar el lucimiento estrellándose estrepitosamente ante las condiciones adversas de sus dos oponentes. El primero, un berrendo en cárdeno de fina hechura, lo recibió con unos lances de su estilo, sufriendo el animal una espectacular voltereta que de seguro fue negativa para la lidia. El animal quedó muy quebrantado. Obediente a los toques de la muleta embestía tras ella como un alma en pena, al paso, y a pesar de lucir en algunos muletazos sueltos de gran plasticidad todo quedo en la nada. Un público muy cariñoso lo obligó a salir a saludar. En su segundo dejó un ramillete de verónicas enfibradas y con ganas que fueron muy aplaudidas. Luego la sosería de las embestidas del animal fue la causa de que el esbozo del toreo fundamental no tuviese repercusión en los tendidos. No obstante su buena disposición, como ya ha quedado escrito, hizo que fuese de nuevo aplaudido tras dar muerte al toro. Mala suerte pues para Finito una tarde que se presumía relevante al celebrarse el veinte aniversario de su alternativa.
El Juli es un gran profesional, tiene una honradez digna de alabar. Muchos dirán que no es un torero referente, pero lo cierto y verdad es que El Juli, hoy por hoy, es capaz de pegarle pases a cualquier tipo de animal con cuatro patas, cuernos y rabo. Lógicamente en su técnica utiliza más de una ventaja, pero su entrega es máxima. Lanceó a sus dos toros con soltura, con mucho temple, pero con el defecto de codillear en exceso. En su primero se vio un torero muy resuelto, tirando de oficio y técnica. Prácticamente sacó agua de un pozo seco. Fue corrigiendo defectos hasta “meter al gato en la talega” y terminar gustándose y gustar a los tendidos. Mató de una contundente estocada. A su forma, que por cierto, está exenta de pureza y ortodoxia pero que resulta de una efectividad asombrosa. En su segundo tuvo al mejor toro de la tarde. Un animal bravo que tuvo la virtud de tener transmisión. Estuvo el torero de menos a más, rompiendo lo más importante en las últimas tandas donde corrió la mano con temple, aunque abusó de las líneas rectas y no llevar los muletazos hasta detrás. Volvió a estar certero con el estoque y cortó dos orejas que a nuestro modesto juicio nos parecieron bastante benevolas.
Miguel Ángel Perera se topó con el peor lote de la tarde. Tampoco el torero de La Puebla del Prior atraviesa un buen momento. En su primero, un toro muy distraído que siempre iba a su aire, solo pudo estar voluntarioso y poco más. Su segundo, un toro con peligro sordo que nunca fue metido en los engaños, poco pudo hacer. Solo matarlo con dignidad. Perera sigue inédito en Córdoba.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Tanto Castella como Perera por su insulso toreo tienen los dias contaos los dos son dos pegapases pero sin decir ni pio¿Quien tiene en la retina una faena tanto de Castella como de Perera?¡Eso si mala leche tienen los dos como pá poner una central lechera!

Haciendo hilo

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