miércoles, 30 de septiembre de 2009

Un minuto de clamor.

Cuando me lo dijeron senti el frío
de una hoja de acero en mis entrañas...
Dicen que Morante no quiso, ante la propuesta del presidente, guardar un minuto de silencio en memoria de Paquirri en la fecha ineludible del 25 aniversario del 26 de Septiembre, al romper el paseillo en la Maestranza.
Si fuera cierto, nadie puede pensar en otra causa para la negativa que en la superstición del torero de la Puebla, pero los duendes de la maldad humana no callan, "medalla", "Fran","veto", "Cayetano", murmuran revoltosos. Y otros revoltososo murmuraran en amarillo en la caja tonta durante la sombremesa y la eterna madrugada de la carnaza.
Era una buena oportunidad para anteponer la grandeza a las supersticiones, el mal fario, los malos bajíos y otras tradiciones inconsistentes, mostrarse generoso y demostrar grandeza y generosidad con su propia historia. Paquirri ya escribió su magna leyenda. El de Barbate es posible que no vaya a ser más por un minuto de silencio, pero es seguro que no va a ser menos por que los tres que deberían liderar el silencio no lo respetaran ni lo hicieran respetar. La historia de Morante tendrá un borrón siempre que no aclare esta deslealtad a su propia trayectoria.
No se si la mejor forma de honrar la memoria de un torero es un minuto de silencio, si es cierto que es una "costumbre del lugar" muy enraizada. El brazalete, un padrenuestro o un brindos al cielo serian otras formas igual de válidas.
No está establecido de quien debe ser la decisión última para guardar un minuto de silencio en la Maestranza. No creo que el impulsor natural deba ser la presidencia, que siempre, y por una cuestión de orden, deberá ser informada, no creo que sea la empresa, aunque en su gestión se agradecería estuviera pendiente de esos detalles y diese forma al homenaje. Ya hay megafonia en la Maestranza. No creo que un matador tenga más que aportar en este asunto que su postura personal, en ningún caso vinculante.
Que cada palo aguante su vela.
Había otro torero en la capilla, no es autista y habla el español a la perfección, nunca debía haber callado o sólo debía haber callado un minuto que no calló. Mal Castella por acción o por omisión.
Siempre se ha contado que Paquirri no quería torear aquella maldita tarde en Pozoblanco, sólo por el aprecio personal a don Diodoro, empresario de aquella plaza, se sintió obligado a torear en la sierra cordobesa al final de temporada. ¿No tiene poder la empresa de la Maestranza para imponer en su casa un minuto de silencio? O no tiene sesnsibilidad. O es que le da igual
El público, considerado como ente abstracto e impersonal, no puede tener culpa, pero cada uno de los que llenaron el sabado la Maestranza tiene una parte alicuota de responsabilidad mancomunada. Pero claro, si el paciente público maestrante no tiene fuerza ni para gritar en el enesimo fracaso ganadero de los Juanpedros, esa tarde de segunda marca, ¿Como van a intentar mantener silencio, durante un largo minuto?
La sensibilidad de una plaza no se puede someter a un reglamento, esta es la misma plaza que, a través del aguacilillo aleccionado, intentó impedir que Manolo Cortés recibiera un brindis en el tercio el día de la alternaitva de su poderdante. Mal andamos si estamos tan reglamentistas para unas cosas y padecemos ataquen de sesnsiblidad para otras.

Estas cosas nos empequeñecen a todos, si la tarde de las siete veróncias ¿O fueron ocho? al de Victorino todos nos sentíamos toreros, hoy todos nos sentimos miserables.
Dice mi compadre que nosotros no somos billetes de mil duros, "que le gustan a toos por toos laos". Pues Morante nos gusta a todos, hemos admirado todos sus gestos.
José Antonio, por ser vos quien sois os exijimos más que al resto, seguro que tiene usted una respuesta, reconocer un error no es peor que haberlo cometido.
Me consta que no es la pequeñez de un rencor la causa. No se me olvida que este año usted solo ha toreado un festival, fue Zahara de los Atunes y Paquirri tenía algo que ver....

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene narices, pretendemos que un hombre que se va enfrentar en unos minutos a dos toros y está hasta las trancas en el patio de cuadrillas y le vienen con estas martíngalas, rompa a bueno.
Eso se tiene que dar cocinado por la empresa, los maestrantes el presidente o quien sea.
Javier, lo del padrenuestro me parece de Berlanga.
Pacopica

Anónimo dijo...

¿No os creeis lo de Morante? pues ese es el prenda, ahora le seguisbailando el agua

Raúl Corralejo Muñoz dijo...

Totalmente de acuerdo Pacopica, es más, pienso que como dije con hacer el paseillo sin música y destocados ya sería algo bonito que no alteraría la concentración de los toreros, cualquier gesto por muy insignificante que sea puede ser válido para mantener vivo el recuerdo y la admiración por quienes dieron su vida en una plaza de toros.
También muy de acuerdo con que eso tiene que ser cocinado por la empresa o más bién los Maestrantes, aunque sí es cierto que debe ser consensuado con los matadores, no puede ser impuesto nada en esta vida.
No estoy encontra de ninguno de los dos toreros, pero como tal puedo dar mi punto de vista no?, yo también paso miedo, pero los sentimientos, el respeto, la admiración y la profesionalidad se antepone a todos los miedos, porque más molesta a un torero una banda de música dando la vuelta al ruedo, la entrega de cosas despues de romper el paseillo, una merienda a la muerte del tercer toro...y nadie se queja, porque honrando a los que dieron grandeza a la fiesta si?

Anónimo dijo...

A ver si ahora resulta que fue Paquirri el que inventó el toreo.
Desevilla

Javier dijo...

Bien Raúl bien Pacopica, a los dos anónimos: sois unos patanes.
Lo del miedo en el patio de cuadrillas me sirve como excusa pero que salga y diga, me equivoqué y no pasa nada.
Me dan miedo los pogramas del couché que ya tienen para otros 25 años

Raúl Corralejo Muñoz dijo...

Lo de Paquirri no es más que otro petardo en la capital Sevillana, ni a Montoliú, ni Soto Vargas, ni Paquirri, se nota que no está ya D. Diodoro Canorea, el mismo que suspendió una festejo el día que murió el maestro Antonio Ordoñez, y hablamos de suspender un festejo no de guardar un minuto de silencio. ¿Se esfumó la afición en las oficinas de la plaza Maestrante?.

Antonio Ramos Calderón dijo...

Raúl, el festejo del que hablas y que suspendió Don Diodoro fue un festival matinal. De hecho yo me desplacé ese día a La Maestranza y, a las once de la mañana, me encontré con que el maestro Ordóñez había muerto de madrugada y que, el espectáculo anunciado, se suspendía por esa causa. En fin, qué quieres que te diga, a mí aquello me olió un poco a "aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid". El ambiente por aquel festival fue escasísimo, el día amenazaba lluvia y en las taquillas había casi todo el papel disponible. Don Diodoro quedaría muy bien en su momento, de cara a la galería, con la familia Ordóñez... y el festival, que era a beneficio de los damnificados por un huracán (creo recordar), no se volvió a anunciar nunca más. ¿No hubiera sido más correcto entonces un aplazamiento que una suspensión definitiva? ¿Si se hubieran vendido diez mil entradas habría Don Diodoro optado por una suspensión, o a lo mejor se hubiera conformado con un minuto de silencio o un paseíllo sin música?
Cuestiones dignas para responder en un programa de Íker Jiménez... Saludos a Huelva

Conchita de Fátima dijo...

EFECTIVAMENTE AMIGO ANTONIO LA HISTORIA FUE DE ESA MANERA. EL DÍA ANTES DEL FESTIVAL FUI A LA MAESTRANZA A COMPRAR MI ENTRADA Y ME DIJO MI AMIGO QUE ESTABA EN LA TAQUILLA, JOSÉ Mª BAUTISTA QUE NO HABÍA FESTIVAL, PORQUE SE ACABABA DE MORIR ANTONIO ORDÓÑEZ, EL MAESTRO DE MAESTROS, EL DE RONDA. EN ESE MOMENTO ME ENCAMINÉ A CALLE IRIS CON MI AMIGA LOLA Y PRESENCIAMOS LA LLEGADA DE TODOS LOS FAMILIARES Y AMIGOS. EL FESTIVAL FUE A BENEFICIO DEL HURACÁN MITCH. SÓLO QUERÍA ANOTAR ESA DUDA

Haciendo hilo

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