domingo, 27 de septiembre de 2009

LUQUE ROZA LA PUERTA DEL PRINCIPE

FOTO: www.sevillataurina.com MATITO

Nada que ver afortunadamente la corrida de ayer con la de hoy en la que cerraba la feria de San Miguel de Sevilla. Los toros de los hermanos Lozano que llevan el hierro de Alcurrucén han dado mucho juego en la plaza y han dado espectáculo, que es de lo que se trataba. En conjunto la corrida ha estado muy bien presentada y además han tenido movilidad, codicia y fijeza, e incluso varios de ellos han sido bravos.
El que se preveía que iba a formar un lío era Daniel Luque, el cual ha salido a por todas y ha estado realmente cumbre. El torero de Gerena salió muy dispuesto desde los comienzos de la tarde pues sabía que se le esperaba sabiéndose que está en un momento cumbre pues venía de cortar un rabo el domingo pasado en la plaza de toros francesa de Nimes.
El toro de Luque fue recibido en un primer quite por chicuelinas rematado con un vistoso remate con mucha personalidad. Quiso dejarlo crudo en el caballo con un solo puyazo, pero la presidencia se lo negó acertadamente y le dio un picotazo más. Se preveía que el toro tenía emoción pues transmitía una barbaridad y la faena iba subiendo por momentos de temperatura. La lidia ha sido correctísima por parte de Curro Robles que luego formaría el taco en el segundo toro en banderillas. Lo llevó perfecto con el capote y saludó Raúl Caricol tras hacer una buena labor en banderillas.
Luque se fue a los medios a brindar al respetable deseoso de triunfo. No lo dudó y comenzó una faena perfecta y muy compacta. Comenzó por estatuarios y remates por bajo que hicieron las delicias del público. Le dio distancia , tiempos y la velocidad adecuada. Tras dos series por el pitón derecho con una firmeza impresionante comenzó a sonar el pasodoble Dávila Miura. Se paseó con mucho gusto y torería delante de la cara del burel donde sobresalió la segunda serie al natural, de manera que el marcador fue subiendo. Después vino el éxtasis cuando el toreo intentó clavar el estoque en la arena para desprenderse de él para ejecutar lo que se comienzan a conocer como luquesinas, ese toreo pasándose la muleta por la espalda de una mano a la otra una y otra vez. Ahí terminó de enfervorizar a la masa y tras una estocada cortó las dos orejas.
El sexto, un manso de libro, se llevó las ilusiones de todos los presentes y también las de Luque, que rozaba con la yema de los dedos la Puerta del Príncipe, esa puerta por la que sueñan salir todos los toreros. Estuvo dispuesto e incluso llegó a arrancar la música. En banderillas también tocó la banda al banderillero Curro Robles que jamás se deja ganar la batalla. Del primer par el torero de plata salió andando, y el segundo lo colocó a toro parado junto a tablas metiéndose por dentro. Le tocó la música y escuchó una fortísima ovación mientras se desmonteraba. Luque hizo todo lo que estuvo su mano. Su actitud era la de poderle al manso en los medios, pero poco a poco se fue yendo a tablas y fue imposible hacer ninguna faena. La música paró después de ser desarmado en dos ocasiones y ya fue imposible remontar el vuelo. Tras una estocada casi entera un tanto desprendida y dos descabellos recibió una fuerte ovación desde el tercio mientras se le quedaba la miel en los labios pues se le escapó un triunfo de los gordos en su plaza y con su gente.
Antonio Ferrera abrió cartel y se llevó el lote de la tarde; en el primero se lució en banderillas con un toro que tuvo mucha emoción y calidad sobre todo por el pitón izquierdo, pero no hubo acople entre ambos, estando el torero por debajo del toro. A pesar de todo, recibió una ovación en el tercio.
Su segundo también fue bueno y volvió a brillar en banderillas con la “Concha flamenca” como sonido de fondo. Por el pitón izquierdo el toro se quedaba más corto, pero el por el derecho sí pudo fundar una faena aunque un tanto acelerada. El toro volvía a estar por encima y el toro se fue a por la espada. Lo mató de estocada y cortó una oreja de las dos que le colgaban al toro.
Alejandro Talavante se ha chocado con un lote que no le ha servido en absoluto. Su primero fue un toro insípido y soso, y encima le enganchó en demasía en la muleta quedando sin premio su labor.
En el sexto, le pasó igual que con el primero y encima no acertó con el descabello, que lo llegó a utilizar hasta en nueve ocasiones.
En fin, que al menos ha habido espectáculo y esperemos que podamos ver a Luque pronto y que siga en su mejor momento ( será el 12 de Octubre?). Definitivamente, el cambio de apoderamiento le ha renovado las ilusiones y le ha llevado a hacer su toreo más fino. Esperemos que el maestro Paco Ojeda consiga limar el diamante que apodera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Roza la puerta del principe pero esposado por la policia después de maltratar a su peón, cuando levantó al toro con la puntilla, y se creería y todo que por eso perdio la oreja que abria la puerta del Principe, vaya impresentable prepotente que es el niño ese.
Palito.

Haciendo hilo

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