domingo, 7 de septiembre de 2008

El ganado deslució el festejo de rejones de Zalamea la Real

El ganado deslució el festejo de rejones en Zalamea la Real Martín Burgos cortó dos orejas, Sergio Galán una y Mariano Rojo dio dos vueltas al ruedo.

Segunda y última de la feria de Septiembre de Zalamea la Real. Media plaza en tarde de magnífica temperatura. Seis novillos colorados de Manolo Gimeno de correcta presentación y nulo juego por mansos, peligrosos y tendentes a tablas. Martín Burgos oreja con fuerte petición y oreja. Sergio Galán silencio y oreja Mariano Rojo Vuelta y Vuelta.

Esto de los toros necesita de dos partes, bueno en rejones de tres, toro, torero y caballo. En Zalamea en la tarde de ayer vinos tres magníficos rejoneadores, tres cuadras de caballos de mucha altura, con empaque, torería y muy hechas pero ni las ganas de los rejoneadores, ni las ansias de los caballos toreros pudieron suplir la falta de raza, bravura y clase de la infumable novillada de Manolo Gimeno, nos cuenta que lo mismo que herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, vaya usted a saber, el caso es que no sirvió, tarde, pegando arreones, cortando el viaje, pegada a tablas y rajándose pronto, sin dar posibilidades ni por bravura, ni por genio ni por raza, al lucimiento, excepto el primero que a pesar de llevarse el animalito, no sabemos porqué, tres rejones de castigo fue el que mostró más celo y persistencia tras la monturas. Una tarde donde se vieron magníficos caballos criados y domados por el matador onubense Francisco Barroso, apoderado, además, de Mariano Rojo y que pretende reaparecer con la muleta tras una operación de hernia discal que lo mantiene en el dique seco desde principios de temporada. Siempre al lado del toro este magnífico matador y eficiente desbravador y domador de caballos toreros.

Martín Burgos nos sorprendió agradablemente, hacia tiempo que no lo veíamos y ha adquirido seguridad, tablas y maestría que lo van a catapultar sin duda a los sitios de privilegio de este difícil escalafón por donde ya anda mandando. Mandón se mostró con Dinis de salida en el primero, de más pies y mejores formas, también poderoso y pinturero sobre Coimbra y Ali con unas espectaculares banderillas cortas y rosas. Un placer por su entrega y disposición tapando defectos al toro igual que al segundo de su lote, al que lidió con Gayo de manera magistral, todo lo puso el torero ante el rajado novillo quizá más toreable, al que llevo toreado de muy galanas maneras pegado a la cola y a dos pistas paralelo a las tablas. Se le pidió con insistencia la segunda oreja del primero que el presiente no concedió, entendemos que por la defectuosa colocación del rejón de muerte.

Sergio Galán está ya en los lugares de tronío de que hablábamos en el escalafón de los rejoneadores. Tiene una cuadra amplia y con caballos de mucha doma y confianza lo que le permite sacar agua de donde no parece haber más que mansedumbre y toros parados, al quinto le enjaretó una gran faena en terrenos de tablas de donde el toro, carpintero y mansurrón, no salía. En banderillas formó un lío con Montoliú , ¡que bonito nombre para un caballo de segundo tercio¡ que solo el marmolillo del toro impidió fuera a más. También dejo señas de torería sobre Vidrie.

Ante el primero Ciclón y Capea, lo pusieron todo ante un toro rajado, que pegaba peligroso arreones y que no permitió por tanto el lucimiento.

Mariano Rojo ha dejado su tarjeta de visita en Zalamea, es un torero de buenos conceptos, en formación, con una cuadra que apunta alto, el tercero de la tarde embestía como sus hermanos en oleadas, queriendo coger, se dolía en banderillas, el torero estuvo firme y no se afligió, terrenos de cercanías y formas de profesional, una pena no poder ver a Mariano ante un novillo de más duración y más potable. Con Baturro, un clásico alazano alcanzó importantes momentos, muy bien con Napoleón un tordo bravo que fue capaz de acudir mil veces a tablas a por el sexto de la tarde y Velásquez otro caballo de mucha expresión y buenas maneras.Nos quedamos con que el torero no se aburrió y supo sacar faena a dos toros difíciles y broncos a los que lo fácil hubiera sido finiquitar por la calle del medio.

Acabó la feria de Zalamea, el público zalamero no respondió en la medida de lo ofertado, tampoco el aficionado onubense que sigue escondido en tabernas y tertulias. Una pena.

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

demasiado que hubo festejo ,que estamos en el año 2009 y el ganadero aun no ha cobrado esos novillos,no creo que fueran los novillos como usted ha descrito ,dicho por verdaderos entendidos no CRITICONESS DEL GANADO.

Haciendo hilo

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