sábado, 2 de agosto de 2008

Segunda de Colombinas. El Cid y Cayetano a Hombros


Cayetano puso la elegancia , El Cid la entrega.
Ambos salieron a hombros tras cortar dos orejas cada uno Ponce cortó una oreja



Seis toros de Pereda desiguales de presentación, descastados, flojos y sosotes, destacó por su nobleza el tercero de la tarde.
Enrique Ponce de Corinto y oro. Oreja y aplausos.
Manuel Jesús el Cid. Oreja y Oreja.
Cayetano dos orejas y ovación.
Tarde de agradable temperatura, casi lleno en los tendidos, se guardó un respetadísimo y emotivo minuto de silencio en memoria de José Vázquez, arenero durante cuarenta años en la Merced.
Nos queda el sabor de la faena de Cayetano, de pureza torera, de elegancia, de ordoñesismo, de verdad, de mano izquierda baja y poderosa, de cadera adelante y firme, de gusto en los cambios de mano, en los pases con la muleta plegada de inicio, de pasión arrebatadora en los tendidos que es capaz de tapar hasta la guardia que hizo la espada en el tercer toro de la tarde. Su torero ante el bonancible toro de Pereda le abrió el corazón del bendito público onubense que casi lleno la Merced para ver al hijo de Paquirri en su debut en la capital., después de una mala lidia, 2000 capotazos innecesarios se llevo el flojito toro de José Luís Pereda, el torero se llevó el toro a los medios y brindó al público cuando descubrió el excelente pitón izquierdo del morlaco. Hacía el avión se entregaba en cada pase arrastrando los belfos por el albero. La firmeza, la pureza de su torero, la entrega y esa especial condición que logra llegar con facilidad a los tendidos Enjareto una faena natural de excelente corte, de impresión un natural larguísmo de oficio, respondiendo el toro al toque sabio del torero, de cartel de toros un pase de pecho de pitón a rabo. Por ponerle un pero, le falto apreturas un poco de tiempo entre las series. Buen su seriedad, su hondura sin estridencias, Torero es la palabra que define a Cayetano en la tarde de hoy.La espada cayó mal e hizo guardia, la segunda oreja es una anécdota, Cayetano ya había entrado en el corazón de Huelva con su torero de aroma y quilates, su importancia se transmite y el torero se parte con gusto.

En el segundo un toro que nunca rompió, poco claro, probón y manseando le intentó sacar faena en los medios, no tenía un faena de arte y el torero estuvo porfión y justificándose, tras la estocada recibió una calurosa ovación No ha decepcionado a nadie el toreo de dinastía.
El Cid es la mano (izquierda) que mueve la fiesta, bien con el capote en el primero, luego comenzó, con la zurda sin probar al segundo toro, se lo llevó a los medios donde enjaretó una faena de poder, de temple sin permitir que nunca le tocase el trapo, de cuidar al toro rajadito y mansurrón, tras una buena estocada remató con el descabello y cortó una oreja.
En el quinto de la tarde, castaño, le tragó las coladas, los arreones al pecho, las ganas de rajarse y se enrabietó con el de Pereda hasta ligar una faena maciza y firme, de torero grande y poderoso, las ganas de un hombre honrado que mantiene un concepto puro del torero. Mejor cuando se lo llevó de los medios donde el toro no pasaba y calentó a los tendidos en el tercio. Después del estoconazo, paseó otra oreja de peso, de premio a un torero que se la jugó con un toro difícil y complicado, bien el de Salteras, que mantiene su cartel de figura en Huelva.
Ponce se inventó al primer torito de la tarde, magnifica la lidia y la labor en banderillas de la mejor cuadrilla del escalafón, el torero protestaba, no parecía tener un pase, posiblemente no lo hubiera tenido en otras manos, pero el maestro de Chiva, le cambio los terrenos y se lo metió en el esportón, le consentía para acabar desengañandolo y sacando agua de donde no parecía haberla, tras la estocada tendida le fue otorgada una oreja importante, de maestro y lo más importante el cariño de una tierra que le dedicó palmas por Huelva.
En el cuarto poco pudo hacer, un mulo, de feas hechuras y que nunca humilló, el albardado ejemplar que pastaba en la Dehesilla, recibió n una mala lidia, fue picado al relance, se defendía, daba tornillazos, un regalito, con el que Ponce sólo pudo estar digno hasta llegar a la suerte suprema donde pegó un mitin, sin fe y sin cruzarse hasta en tres veces. Una lástima esta que sin duda es una de las últimas actuaciones de Enrique Ponce en Huelva.
Mala la iluminación de la plaza, necesaria casi desde el cuarto toro, en penumbras abandonaron por la puerta grande dos toreros, de distinta trayectoria y estilo pero ambos conquistaron esta tarde el corazón de Huelva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que lo de hoy a sido una verguenza a la que parece que no hay mas remedio que acostumbrarse,animalillos sin presencia,sin casta,sin poder,sin emocion.
Nadie quiere una cornada pero¿Donde esta el riesgo aqui?¿Donde esta la emocion?¿Torear es dominar las embestidas de un animal o hacer de enfermero de un animalillo?
Primera entrega,la seriedad de la plazabajo minimos,una cosa es ser amables con los toreros y otra es esto,una verguenza.
Faltan 10 dias para Valverde.
EL peloto

Haciendo hilo

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